jueves, 16 de julio de 2015

De brillante porvenir


Este mes, los descerebrados (esto lo explicaré a continuación) miembros del Club de Lectura 2.0, hemos leído, y es un decir, “De brillante porvenir”, una novela de John Dos Passos. Digo que somos descerebrados porque, en un momento de exaltación de nuestra voluntad lectora, decidimos que durante los meses de verano si no queríamos caldo pues dos tazas, que si somos cinco y propusimos tres libros cada uno era una pena dejar tres fuera de la programación tras el tradicional sorteo. Y así nos vemos, no conformes con irnos arrastrando por el fango lector ahora leyendo a la carrera y reseñando cada quince días. Vamos de mal en peor.

De brillante porvenir” intuyo que es una obra menor de un Dos Passos que, según dicen los que saben de esto, ya había dado lo mejor de su obra en Manhattan Transfer y la trilogía U.S.A. En mi juventud recuerdo haber leído Manhattan Transfer en una edición antiquísima que rondaba por casa, imagino que esta edición sería prima hermana que la que me ha prestado Carmen de Alianza Editorial publicada en 1973 y que era de su padre. Hemos tenido que ir recurriendo al préstamo del libro en papel porque no hemos encontrado una edición digital del mismo, y es una pena, porque cada día me es más difícil e incómodo leer en papel, y yo amo a mis libros en papel, pero de forma platónica y nada más. Queda hacia ellos el mayor de los cariños pero creo que recurriré al libro electrónico cuando quiera tener sexo.

Dicha esta barbaridad, comenzaré a reseñar el libro sin entrar en muchos detalles de la trama para no destriparlo, aunque total, podría fotocopiarlo y ponerlo aquí que no creo que nadie tuviera el valor de leerlo. Y tampoco es para tanto, porque yo creo que “De brillante porvenir” es un libro que, si tienes la mala suerte de cruzarte con él, al menos no se puede considerar una total pérdida de tiempo, a pesar de que en ciertos momentos coquetea peligrosamente con el aburrimiento. Porque he de admitir que Dos Passos no es la alegría de la huerta, tiene una prosa poco colorista, sobria, seca como un verano manchego. Probablemente sea una forma de escribir muy cuidada para no dar concesión alguna a cualquier detalle que nos aparte del argumento, para plasmar ese mundo sórdido en el que viven sus protagonistas de la forma más descarnada posible, para no dar lugar a dobles interpretaciones, para que no nos dejemos llevar mucho por los sentimientos.

De brillante porvenir” nos cuenta diferentes etapas de la vida de Jed Morris, el protagonista, un juntaletras ingenioso que, según he leído, tiene mucho de autobiográfico para Dos Passos. La novela tiene tres partes bien diferentes, en la primera Morris es periodista en un Marruecos convulso en el que vive extrañas aventuras, en la segunda es escritor teatral de poco éxito en Nueva York y en la tercera cruza todo el país para trabajar como guionista de éxito en Hollywood. Todo ello transcurre en paralelo a su pertenencia semiclandestina en un partido comunista que trata, con relativo éxito, de infiltrarse en el mundo cultural estadounidense. Esto da mucho juego para dibujar un personaje que comienza siendo pobre e idealista y termina siendo pudiente y mucho más receloso con un partido que le tiene atrapado, para el que trabaja filtrando ideas que promuevan la revolución y del que en cierto momento se plantea salir, sin mucho éxito.

Dos Passos, que parece ser que recorrió este camino ideológico, aprovecha el libro para satirizar a los oscuros personajes que forman el partido, ajusta cuentas con su doble moral, y los presenta como pérfidos y decadentes. A mí me interesa porque me vale como una pieza más del puzzle que trato de ir montando sobre la sociedad norteamericana del siglo pasado, a la que tanto había dado de lado en mi vida y que cada día me fascina más, sobre todo por esa mezcla de poder e ingenuidad propias de un adolescente que comienza a darse cuenta de que ya no es un niño. “De brillante porvenir” retrata con frialdad un episodio que fue real y que culminó en la caza de brujas que fue el Macarthismo, aunque no llega a nombrarlo, pero sí que nos pone delante de un mundo cruel de gente sin escrúpulos y agentes dobles para los que el fin justifica los medios. Y si no que se lo pregunten a Jed Morris.


Como siempre, encontraréis otras opiniones en las reseñas (o no reseñas) de Desgraciaíto, Carmen, Paula y Bichejo, corred a leerlas.

3 comentarios:

Pau dijo...

No me queda claro si te ha gustado o no, pero veo que has conseguido sacar cosas positivas del libro y me alegro, eres nuestra última esperanza ¡bien por ti!

B dijo...

"podría fotocopiarlo y ponerlo aquí que no creo que nadie tuviera el valor de leerlo", muy grande.

La gente usa este club para descartar libros, deberíamos reflexionar sobre eso.

El libro es un sopor.

El niño desgraciaíto dijo...

Eres el más entregado al club. Debe ser tu pasado de becario honorario y honorífico lo que te hace sacar siempre cosas buenas de los libros. Me parece estupenda esa capacidad de análisis.