martes, 1 de julio de 2014

Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie



Este mes, los abigarrados miembros del Club de Lectura 2.0, hemos leído “Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie”, de Juan Eslava Galán. Cuando propuse este libro como posible lectura al resto del club, me dejé llevar por un título que lleva a engaño, y que, seguramente, obedecerá a una astuta estrategia comercial. Y es que creo que el libro no será sólo del agrado de quien busque en él un estudio riguroso de la guerra civil, ya que no me parece que, la lectura del mismo, aporte mucho a alguien con ciertos conocimientos sobre el tema. Para los demás, para los que somos más de romanos que de milicianos, no deja de ser un libro entretenido, con pocas pretensiones y que, tal vez, pueda remover alguna conciencia. Tal vez.

Creo que ya he explicado varias veces que huyo de las lecturas de las guerras modernas como de la peste, porque me duelen, porque me llevan a un sufrimiento que me revuelve las tripas, porque no entiendo la sinrazón que lleva a dos personas a decidir que, sin conocerse, pueden ser jueces de la vida del otro. Está claro que los Arvenos de Vercingetorix sentían el mismo dolor y la misma desesperación al ver a las legiones romanas arrasar sus pueblos, pero, de alguna manera, ellos se han elevado a la altura de mitos, de seres legendarios arrastrados a las profundidades de los océanos del tiempo. Allí descansan en paz.

Por el contrario, los soldados que esperaban un balazo en cualquier trinchera, son personas de carne y hueso, a los que hemos puesto cara y nombre, podemos cruzar su mirada con la nuestra en fotografías sepias en las que les vemos muchas veces consumidos, desesperados y harapientos. Ellos podrían ser tú o yo, o tu abuela, o tu tío el del pueblo, has podido escuchar su historia varias veces, de su propia boca o a través de labios prestados, son tan de verdad que mientras que lees su historia puedes casi oler su sudor y su miedo.

Eslava galán se esfuerza en todo momento por mantener una cierta equidistancia entre los dos bandos contendientes, tratando de hacernos entender por qué luchaba cada uno, una tarea difícil, sin ahorrarnos episodios que debieron de teñir de vergüenza la conciencia de “los hunos y los hotros”, como muy atinadamente denominó Unamuno a ambos bandos. Esa es una de las dos características del libro, la otra es que a veces trata de evadirse de lo grandilocuente para darnos detalles íntimos y cotidianos de las gentes que vivieron la guerra, arriesgando con diálogos en primera persona que dan ritmo al devenir de la historia.

No creo que a estas alturas tenga que explicar que bando es el que ha despertado siempre mis simpatías, total, quítenme unos fusilados y pelillos a la mar. Sin embargo creo que por primera vez en mi vida he podido pensar en la guerra civil de manera global, he sentido que los que siempre para mí han sido los malos no eran algo ajeno a mi vida, que forman parte de esa otra España que tanto me hace sufrir, pero que no deja de ser también mi España, que tal vez muchas de las personas que admiro y quiero forman parte de la misma, aunque espero y confío en que nunca más tengamos que llegar tan lejos como para descubrirlo.


En resumen, “Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie” es un libro que recomiendo leer, no va a levantar grandes pasiones pero ésa es posiblemente su mayor virtud, que no está escrito desde las tripas, y se agradece, porque llega hasta donde tiene que llegar sin dar detalles innecesarios que sólo valdrían para añadir morbo al sufrimiento. Como siempre podréis encontrar otras reseñas de libro en los blogs de DesgraciaítoCarmenLivia y Bichejo.