Este
mes los alicaídos miembros del Club
de Lectura 2.0, siguiendo nuestra peregrinación en busca de
nuestra identidad, hemos leído “El libro de la señorita Buncle”
de Dorothy E. Stevenson. Voy a copiar lo que Alba
Editorial ha tenido a bien publicar como promoción de la novela,
porque si la promociono yo no creo que sólo van a vender unos
cuantos ejemplares a las bibliotecas municipales.
"Barbara
Buncle y sus vecinos derrochan encanto, y son los compañeros ideales
incluso para el más lluvioso fin de semana." The
Scotsman
«Una espléndida narración y una inteligente comedia de costumbres» (José María Guelbenzu, Babelia, El País).
«Un amenísimo pretexto para la discusión sobre los poderes de la literatura y la capacidad de intervenir en la realidad que comporta todo intento de representarla» (Ignacio Echevarría, El Cultural, El Mundo).
«Una sutil bomba de relojería, fabricada con humor, con disimulada -pero indisimulable- mala idea y con una prodigiosa cantidad de perspicaces y afiladas observaciones sobre el amor, la pareja, la familia, las relaciones personales y la vida en una pequeña comunidad presuntamente idílica» (Manuel Hidalgo, blog «Tengo una cita» de El Cultural).
Ya en su 3ª edición (octubre de 2012), Alba Editorial recomienda esta novela deliciosa, ligera, cómica, ingeniosa y un poco malvada, un libro dentro de un libro, de la mano de una autora totalmente inédita en España, la escocesa D. E. Stevenson. Publicada en 1934, narra los aprietos de una solterona que, al escribir con seudónimo un libro sobre sus vecinos, organiza un fenomenal alboroto en el pueblecito donde vive y donde nadie sospecha que pueda ser ella quien ha puesto al descubierto todos sus secretos.
Ahora
mismo todos estáis deseando leer las peripecias de la señorita
Buncle, pero gracias a lo que voy a decir ahora espero ahorraros el
mal trago.
¿Qué
puedo decir de las palabras de The Scotsman?, pues muy fácil, que
los encantadores vecinos de la campiña inglesa eran tan ideales en
1934 que ochenta años después los escoceses están votando el
referéndum por su independencia... y no me extraña nada.
¿Y
sobre las de Ignacio Echavarría? Pues que yo quiero tomar lo mismo
que él. Sin más. Y después buzonear a todos los vecinos de mi
portal una nota explicando anónimamente que el vecino del cuarto es
un borracho para demostrar los poderes de la literatura interviniendo
en la realidad. Claro que Manuel Hidalgo no se queda atrás
viniéndose arriba con la Buncle, pero no le creáis, volved a leerle
imaginando que es Ned Flanders el que ha escrito “perspicaces y
afiladas observaciones” y así os haréis una idea de lo incisivo
de la trama. Creo que a lo mejor hay emociones más fuertes en “Teo
va al parque”.
En
fin, que esta reseña es como el libro, para cubrir el expediente,
pero todavía queda esperanza en el club porque parece que nos vamos
a apartar, al menos durante una temporada, del buenismo. Dejamos el
consenso y las votaciones para volver a la propuesta pura y dura de
un libro de manera rotatoria por cada uno de los miembros.
Personalmente me alegro mucho.
Si
queréis encontrar más información sobre la señorita Buncle leed
las reseñas
de Desgraciaíto,
Carmen,
Livia
y Bichejo.
Ellos que son más justos y más sabios que yo puede que os den algún
motivo para intentar conocer su pueblo.
5 comentarios:
Estoy bastante de acuerdo contigo. No ha llegado a cabrearme por lo que no he conseguido una entrada divertida como la tuya, pero me parece un libro muy discretito.
Qué duro. No es tan malo el libro. Tiene su punto de gracia y es distraido. A mí sí me ha gustado.
Te sacan de los romanos y no aguantas un pelo...
Érase un señor que estaba muerto por dentro...se me ha partido el corazón mucho con tu reseña.
Que no es la octava maravilla lo sabemos todos, pero es bastante mono.
Me ha dolido el comentario de Bichejo...
Más me duele a mí, que se me ha roto el corazón...XDDD
Publicar un comentario