Hoy voy a descubrir las grandes verdades de la vida, de un tirón y sin pestañear. El agua moja, el fuego quema, el cielo es azul. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis.
Las palabras se las lleva el viento, menos las escritas, que se las lleva el tiempo, la indiferencia y el olvido. Los idiomas cambian y mueren, las inscripciones pierden su significado, las piedras caen, las lápidas se llenan de ramos de flores secas que nunca nadie remplazará.
El amor es de ida y vuelta, la soledad es negra y fría, el miedo nace de la prudencia, la muerte es el fin. Sin embargo el sol seguirá saliendo por el este, aunque no estemos para comprobarlo, hasta que ya no exista sol. Gigante roja, enana blanca, enana negra, game over, chao, adiós.
Todos hemos llorado alguna vez, aunque lo hayamos negado, todos volveremos a llorar una vez más, Todos hemos saboreado nuestras propias lágrimas, el dolor es salado, la pena es salada, el mar es infinito, la pena más.
La belleza se marchita, la inteligencia también. La belleza está sobrevalorada, la inteligencia también. El sexo está sobrevalorado, el amor también, el amor sin sexo duele, el sexo sin amor no, el amor con sexo no siempre es cosa de dos, los celos siempre son cosa de tres.
La maldad y la bondad existen, son dos caras de una única moneda. Hay que estar loco para ser bueno, hay que ser realista para ser malo, el fin justifica los medios, ¿no?, ¿eres tonto, estás loco o eres bueno? La justicia es un ideal romántico, no es lo mismo ser justo que ser bueno.
La inocencia solo habita en los niños y muere con la primera mentira. Cuando muere la inocencia nace la ilusión, que muere con la persona. Quien ha perdido la ilusión ya está muerto aunque siga respirando. La inocencia es como el ave fénix, siempre existirá un niño donde renacerá.
El dinero compra la felicidad, aunque sea una felicidad de pega, que es siempre mucho mejor que la resignación de verdad. Somos posesivos, somos egoístas, somos voraces, somos humanos. Necesito aire, necesito agua, necesito pan, ¿necesito más?, sí, necesito paz.
La ira habita en los lugares más vergonzosos de nuestra alma, la envidia también, la violencia es una bomba de relojería que todos tratamos de desactivar pero tarde o temprano termina por estallar. Todos tenemos de que avergonzarnos, todos tenemos cadáveres en el armario.
Creemos más en lo que nos conviene que en la verdad misma, una buena mentira es preferible a una mala verdad, los valores no valen nada, la sinceridad está pasada de moda, es un mito. Ver es creer pero estamos ciegos, de las cuencas vacías de nuestros ojos cuelgan raíces secas.
El pasado es una losa de recuerdos de la que no podemos escapar, el presente ya es pasado y el futuro no existe aunque sea todo lo que nos queda. Queremos parar el tiempo, queremos crecer deprisa y envejecer despacio, queremos jugar a ser dioses, nunca lo seremos.
Toda la felicidad del mundo cabe en un segundo, que no es más que el latido de un corazón, la amargura no. Nadie sabe el tiempo que le queda, nadie puede comprar el tiempo, nadie sabe cuántas veces más latirá su corazón, ni en el último momento lo sabrá, ¿será una?, ¿serán dos?
Las palabras se las lleva el viento, menos las escritas, que se las lleva el tiempo, la indiferencia y el olvido. Los idiomas cambian y mueren, las inscripciones pierden su significado, las piedras caen, las lápidas se llenan de ramos de flores secas que nunca nadie remplazará.
El amor es de ida y vuelta, la soledad es negra y fría, el miedo nace de la prudencia, la muerte es el fin. Sin embargo el sol seguirá saliendo por el este, aunque no estemos para comprobarlo, hasta que ya no exista sol. Gigante roja, enana blanca, enana negra, game over, chao, adiós.
Todos hemos llorado alguna vez, aunque lo hayamos negado, todos volveremos a llorar una vez más, Todos hemos saboreado nuestras propias lágrimas, el dolor es salado, la pena es salada, el mar es infinito, la pena más.
La belleza se marchita, la inteligencia también. La belleza está sobrevalorada, la inteligencia también. El sexo está sobrevalorado, el amor también, el amor sin sexo duele, el sexo sin amor no, el amor con sexo no siempre es cosa de dos, los celos siempre son cosa de tres.
La maldad y la bondad existen, son dos caras de una única moneda. Hay que estar loco para ser bueno, hay que ser realista para ser malo, el fin justifica los medios, ¿no?, ¿eres tonto, estás loco o eres bueno? La justicia es un ideal romántico, no es lo mismo ser justo que ser bueno.
La inocencia solo habita en los niños y muere con la primera mentira. Cuando muere la inocencia nace la ilusión, que muere con la persona. Quien ha perdido la ilusión ya está muerto aunque siga respirando. La inocencia es como el ave fénix, siempre existirá un niño donde renacerá.
El dinero compra la felicidad, aunque sea una felicidad de pega, que es siempre mucho mejor que la resignación de verdad. Somos posesivos, somos egoístas, somos voraces, somos humanos. Necesito aire, necesito agua, necesito pan, ¿necesito más?, sí, necesito paz.
La ira habita en los lugares más vergonzosos de nuestra alma, la envidia también, la violencia es una bomba de relojería que todos tratamos de desactivar pero tarde o temprano termina por estallar. Todos tenemos de que avergonzarnos, todos tenemos cadáveres en el armario.
Creemos más en lo que nos conviene que en la verdad misma, una buena mentira es preferible a una mala verdad, los valores no valen nada, la sinceridad está pasada de moda, es un mito. Ver es creer pero estamos ciegos, de las cuencas vacías de nuestros ojos cuelgan raíces secas.
El pasado es una losa de recuerdos de la que no podemos escapar, el presente ya es pasado y el futuro no existe aunque sea todo lo que nos queda. Queremos parar el tiempo, queremos crecer deprisa y envejecer despacio, queremos jugar a ser dioses, nunca lo seremos.
Toda la felicidad del mundo cabe en un segundo, que no es más que el latido de un corazón, la amargura no. Nadie sabe el tiempo que le queda, nadie puede comprar el tiempo, nadie sabe cuántas veces más latirá su corazón, ni en el último momento lo sabrá, ¿será una?, ¿serán dos?
6 comentarios:
Y, a pesar de todo... enterramos, amamos, tememos, lloramos, follamos, amamos, sufrimos, compramos, vendemos, creemos, matamos... porque no estamos muertos, porque vivimos.
Ser un verbo es inevitable.
Un beso.
Gordi, siempre me quedarás tú para comprenderme :)
No se me ocurre nada que poner que esté a la altura...sólo decirte que me ha encantado.
Gracias Bichejo, necestaba una palmadita en la espalda :)
Es bonito, aunque demasiado maximalista (claro, que yo mismo he quedado maximalista en mi comentario).
Bueno, pues eso.
Bueno, por lo menos es bonito, gracias.
De todas formas da igual lo maximalista que sea, se olvidará y se perderá, solo nace de una etapa de miedos y crisis personal.
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