Ya lo dijo Ford Fairlane, tanto gilipollas y tan pocas balas, frase mítica de una película mítica e injustamente tratada porque sí, aunque no me pega nada me parto de risa viendo las aventuras de Ford Fairlane, lo admito. Además, la frase de marras me viene hoy que ni pintada, habrá quien piense que es vulgar y un poco soez, lejos de ese humor de morro fino que tanto gusta en este blog, ¿es así?, pues todavía estoy a tiempo de arreglarlo. Imaginemos que en su lugar escuchamos la frase “¡Vaya, vaya! Tantas armas en la ciudad y tan pocos cerebros” de los labios de Humphrey Bogart interpretando a Philip Marlowe en “El sueño eterno”. En el fondo quiere decir exactamente lo mismo y nuestro lado gafapasta habrá triunfado.
¿A qué viene esta introducción? Pues como confirmación de que el mundo es un lugar maravilloso, tanto que en él puede habitar cualquier tipo de descerebrado e incluso ganarse la vida con más o menos dignidad, a veces menos, a veces brilla por su ausencia. No tengo que explicar a estas alturas que mi falta de autoestima no me deja despegar más allá del rol de puto gusano, sin embargo, en días como hoy uno se siente una rock and roll star y es culpa de la naturaleza, que será muy sabia pero que comete errores de becario. La muy cachonda es capaz de unir en la misma persona el coeficiente intelectual de Bobby Fischer y la inteligencia emocional de Calamardo. Ya lo dijo el Sr. Lobo “que seas una persona no significa que tengas personalidad”, que tengas una carrera tampoco, añado yo como corolario.
Hoy he recibo un correo en plan drama queen de uno de nuestros ingenieros megacualificados diciendo que el suministrador americano de los folios no los ha enviado con agujeros y que ahora no se pueden meter en las carpetas. Uno se pregunta, ¿para qué cojones me escribe éste?, ¿para que le mande un taladro?, ¡nenaza! La primera tentación es mandarle a la mierda, sin más, pero el uso indiscriminado del tuiter agudiza el cerebro, tal vez el ingenio, habría que demostrarlo. Y pienso que es mejor escribir a su jefe diciéndole que busque los agujeros en el packing list, porque oye, a lo mejor se han perdido en el barco, y lo hago, y me descojono, y luego pienso en que me habré pasado, y me da un poco de cosa, hasta que pienso de nuevo en la situación y me hostilizo y soy Harry el sucio esperando una llamada que busca bronca... “anda, alégrame el día”.
Pero nadie me toma en serio, no lo entiendo, y solo me piden educadamente que me deje de bromas y solucione el problema de los taladros. Y escribo la Biblia de cómo hacer un taladro en un folio, gustándome, orgulloso de ser útil a la humanidad, sentando cátedra, que para eso nada más que repetí curso dos años. Solo pongo una condición, el vendedor de los folios y las carpetas debe dar el visto bueno a la operación, porque si algo aprendí de mis experiencias tejanas en la empresa patera fueron estas tres letras CYA, pronunciadas “siuaiei” que significan Cover Your Ass, es decir, cúbrete el culo en castellano. Es ese tipo de sabiduría popular que no tiene fronteras, aunque muchos piensan que es algo muy nuestro, que por ahí fuera de la piel de toro todos son nobles y gallardos. Mentira podrida, el mal no tiene fronteras, es algo que se aprende viajando.
Todo el mundo involucrado piensa que es una gran idea poner la responsabilidad en el suministrador, a ver si por alguna razón la vamos a cagar y perdemos la garantía de los folios, y es una pasta en folios, tantos folios como para pagarle el sueldo a Cristiano Ronaldo. Pero el suministrador que se las sabe todas se revuelve como una culebra y nos devuelve el golpe bajo enviando como respuesta un libro escaneado en el que se explica cómo hacer agujeros, asépticamente, sin mojarse, sin comprometerse... No puedo más, nos hemos gastado diez putos millones de euros en folios sin taladros y nos mandan un libro escaneado de cuando mi padre vestía en pantalón corto para solucionarlo, ¡ole sus huevos! Noto como empieza a hervirme la sangre, como la fiera que vive dentro de mí se desata y comienza a lanzar rayos por los dedos, como poseída, dejando claro a esos canallas la parte del cuerpo por la que se pueden meter el libro y los folios. Escribiendo tales barbaridades que después de dar al botón de enviar el correo me ha entrado pánico y he salido corriendo de la oficina como si me persiguiese el diablo.
Admito que tengo miedo, se me ha ido la pinza y estoy esperando que mañana me partan la cara, con razón. Ahora mismo pagaría para que solo se me apareciera Lauren Bacall y me dijese eso de “no me gustan sus modales”, aunque desafortunadamente no podría ponerme chulo como Bogart y contestar “a mí tampoco los suyos y no he pedido esta entrevista, a mi tampoco me gustan mis modales, me hacen llorar las noches de invierno y me importa tanto que le moleste como que se tome la sopa con tenedor”. Sería maravilloso, ese era un hombre y no el que suscribe, que por no ser ni es satánico ni de Carabanchel, aunque debería. Porque mañana me voy a tener que bajar los calzones hasta las rodillas, la única duda que tengo es si los tobillos me los voy a tener que agarrar con una o con dos manos.
11 comentarios:
Poesia pura..jejeje.
Juanjo... eres muuuucho mas que un gusano a ver si se te sube la autoestima de una vez, por lo menos hasta las amigdalas!!!!(hombreya!)
Lo de "Brown Dispatcher" funciona en todos los sitios y el "yo no he sido, ha sido menganito" o este de "rebota, rebota y en tu culo explota", como ves todo superprofesional y maduro, como Dios manda!
Y estoy contigo... cuanto gilipollas y que pocas balas...
PD: me han entrado unas ganas locas de volver a ver esa peli del duro de Bogart.
Estoy contigo pero lo de los folios y el taladro es una metáfora¿no?.
Tú te acojonas después de darle al botón de enviar. Otros nos quedamos con las ganas de enviarlo y nos la envainamos sin por lo menos protestar. Así que ole por ti.
Totoro,si es una peli vieja y en blanco y negro!!! Qué grande es el sueño eterno :) Las cosas en el trabajo suelen ser así, mucho menos profesionales de lo que se debería, lo sorprendente es lo cómodos que viven ciertos culebrillas en ese hábitat, y que además muchos están hasta bien vistos, sorprendente.
pseudosocióloga, sí, es una metáfora, mucho dinero serían 10 milones en folios, pero que nos faltan agujeros sí es verdad, a algunos además de agujeros les faltan tornillos.
Annie, me he llevado la del pulpo, pero volvería a hacerlo, ya te contaré ya...
Dales fuerte Juanjo! Yo, gracias a tí, este fin de semana voy a hacer sesión doble, Ford Fairlane y El sueño eterno. La primera ya se ha bajado. La segunda al 51% y subiendo.
Lo pasarás bien! No sabes lo duro que les doy, pero cuantos más matas más salen
Yo escribo muchos, muchos correos bomba, los dejo abiertos y los releo a lo largo de la mañana. Cada vez que los leo borro aquí, suavizo allá, mecagonsusmuertos acullá... cuando los mando lns he leído tantas veces que no tengo miedo de enviarlos.
Voto a Totoro: de gusano nada.
Voto a Totoro y a Gordi, nada de gusano, tú vales mucho más, sólo hay que leerte, y añado otra frase de Defcondos, o como se escriba, "duro y a la encía". Metafóricamente...o no ;PPP
Un abrazo :)
Gordi, explorador, se agradece la confianza pero sobre todo el cariño :) Es recíproco, ya lo sabéis.
Increible-ble!!!
Si se sacan los cojones sobre la mesa es como en el pker macho....o te los dejas dentro se quedan ahi encima.
Con lo bien que habias empezado... Si te pilla Ford si que te ibas a tener que agarrar (atar mas bien) las muñecas a los tobillos.
Si ya lo dijo tb el "filosofo" Pablo Castellanos.... El ultimo ser q tuvo cojones en este pais fue un caballo , y su dueño se llamaba Espartero.
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