Mi nombre es Válvula de Control, pensándolo bien no es un mal nombre, podría haber sido mucho peor. Aunque no os lo creáis tengo un amigo que se llama Caudalímetro de Coriolis y el vecino de mi prima se llama Termorresistencia de Platino, pero todo el mundo le llama PT100. PT100 no es muy hablador, es muy introvertido, siempre esta en su vaina y cuando tratas de entrar en contacto con él se calienta un montón.
Dicen que fui fruto de una especificación no deseada, aunque yo nunca conocí a mis padres. Él se llamaba Requisición y ella Hoja de Datos. Las malas lenguas dicen que mi madre estaba muy revisada por el cliente, tanto que la apodaban Revisión F. Al principio eso de tener una madre tan revisada por el cliente me creo mucha inquietud, ¿se dedicaría a la prostitución?, mis temores se incrementaron cuando descubrí que su madre era una HDP, ¿sería una tradición familiar? Un posicionador amigo de la familia me contó la verdad, mi madre era hija de una Hoja de Procesos de reputación intachable a la que el cliente ni tocó, de hecho la apodaban Revisión A.
Claro que tener una abuela tan mojigata tuvo consecuencias muy negativas para mí, si se hubiera dejado meter un poquito de mano a lo mejor yo no tendría este flashing que me destroza por dentro. Un especialista me explico que todo era un problema de la vena contracta, así que a la tercera vez que me abrieron para cambiarme el disco traté de cortarme las venas, pero fracasé porque el resorte se dio cuenta y me llevó a posición segura. Ya le dije al resorte que por mí a partir de ahora como si le daban por el PID.
Los recuerdos de mi infancia son muy tristes, recuerdo el día que me sacaron del embalaje para hacerme los END. Y es verdad que hacían honor a su nombre, pero no al de ensayos no destructivos sino al de THE END, casi me muero. Cuando me criogenizaron comencé a tiritar y toda mi vida pasó delante de mi en un segundo, no contentos con eso a continuación me meten millones de bares de presión para ver si pierdo flujo, coño, si quieren evitar perdidas de flujo que hablen con Concha Velasco y en lugar de asiento que me pongan una Tena Lady.
Las válvulas de control no somos lo que se dice bellas, ni mucho menos. Una válvula de control que se precie tiene que tener un cuerpo robusto y ser fuerte como el acero. Aunque es normal que al diseñarnos nos reduzcan un par de tallas raramente bajamos de las 150 libras. Yo tuve suerte, soy una válvula de globo y no hay actuador con posicionador que se me resista. Tengo una prima que es válvula de bola y ningún posicionador la mira a la cara, hace unos años salió con un motor pero era una relación muy extraña tan pronto se entregaban todo como se entregaban nada, era un sin vivir y cortaron, ahora se lo monta con una manivela. Yo salgo con un actuador de diafragma, los 20 cm de su vástago deslizan como un guante por mi empaquetadura pero tenemos un problema y es que cuando él llega al 100% yo me quedo al 50%, he hablado con algunas compañeras y mi caso no es el único, es un desperdicio tener 10 cm que no sirven para nada.
Bueno esta es mi aburrida historia, espero que a partir de ahora seáis conscientes de la importancia de vuestro trabajo y lo hagáis con más cariño y dedicación, la felicidad de los instrumentos depende de vosotros.
AVISO A NAVEGANTES: Si crees que me conoces no sigas leyendo, seguramente habré logrado engañarte. Si la curiosidad te vence, pues nada, encantado de haberte conocido porque yo soy así. Si no me conoces... ¿seguro que no tienes algo más interesante que hacer?
sábado, 3 de octubre de 2009
Mi nombre es válvula de control
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