Ayer volví de nuevo del Calderón cabizbajo, qué ironía del destino fue situar el campo en el paseo de los melancólicos, por varios motivos, evidentemente el principal es que volvimos a perder una vez más, y ya he perdido la cuenta de cuantas van, con el rico y poderoso equipo del norte, solo queda felicitarlos por ser ricos y poderosos, es lo que hay y vamos a tener que irlo asumiendo, aunque ayer me llamaron casi de todo por intentar mantener la ilusión y ser rebelde, es lo que tiene.
Otra cosa es que vayamos por la vida de pobrecitos y desgraciaditos, porque no lo somos, ya quisieran muchos ser como nosotros, tener lo que tenemos, sentir lo que sentimos, ser inasequibles al desaliento. Gestionar tan mal todo eso no tiene perdón de Dios, y nosotros estamos muy mal gestionados, es más, afirmo que son una panda de inútiles, por no querer pensar cosas más graves y delictivas para las que no tengo en principio fundamentos, no tiene sentido el dinero que se mueve en el fútbol y que además esté tan mal repartido, son cosas de este país bipolar en el que todo es rojo o azul, blanco o negro.
Tras leer esto muchos pensarán que cuando hablo del Atleti se me pira la pinza, que solo es fútbol, que no me dan de comer, que me lo tomo demasiado en serio. Y les doy la razón, pero en un mundo en el que no se puede ya creer en nada solo quedan los sentimientos, aunque puedan parecer postizos, y que una docena de días al año me emocione con el fútbol no le hace daño a nadie ni me priva de otras aficiones y afectos. Vale, es un poco tonto poner las ilusiones propias en los pies de soldados mercenarios que corren por un sueldo, adoptarlos como ídolos y beberles los vientos, pero uno es como es y ya va peinando suficientes canas en los lugares que van quedando pelos.
Dicho esto, quiero explicar por qué volví ayer tan triste del partido, no soporto la mala educación, los insultos, las agresiones, aunque sean verbales, los malos modos. No los soporto en general, y cuando los veo en un grupo que no me representa pero si que me identifica, siento bastante asco y desprecio. No me gusta escuchar desearle la muerte a nadie, y cuando digo a nadie es a nadie, ni a un asesino ni a un violador, menos a un futbolista que solo cumple con su trabajo, si me parece un estúpido es otro tema que no viene a cuento. No soporto el racismo, ni en la más mínima expresión, que llamen a alguien gitano por ser portugués, hay que joderse, qué gran insulto, habrá que pedir disculpas a los gitanos por la barbaridad y a los portugueses por la intención. No sé, es vergonzoso, para colmo, y demuestra gran inteligencia viendo la piel de algunos jugadores, llaman mono a un brasileño por ser negro, siento un asco tremendo.
Pero siendo grave no es lo peor, lo peor es que he visto a la multitud intentar agredir a un padre y un hijo que, llevados por sus colores, han celebrado un gol de los de blanco, no ha sido la acción más inteligente del mundo pero estaban en su derecho, no me gustaría verme nunca en esa situación con mi hijo, y no quiero que mi hijo vea tanta intolerancia como algo natural, asumible, cotidiano. Mira que me fastidia pero estando así las cosas no pisa un campo de fútbol hasta que tenga dieciocho años. Algún forofo me dirá que no pasa nada, que pasa en todos los sitios y mil excusas más que no me valen, porque a mí me duele lo mío, no quiero que se me juzgue como un impresentable más que calla, porque callar es ser cómplice y no me da la gana.
Si por mi fuese, y aunque me duela, cerraba unos partidos el campo y después ponía en la puerta un control de alcoholemia, para que aprendamos, para que echemos a esa panda de borregos que utilizan la multitud como refugio de sus repugnantes actos, para que no demos cobijo a los violentos entre los que queremos ser normales, porque no quiero seguir sintiendo vergüenza ajena y propia, porque se puede hacer a poco que se intente, porque tienen nombre, cara y por desgracia un número de abonado rojiblanco.
8 comentarios:
Tienes razón y habría que poner coto a tanto desmán. El otro día me dijo un compañero de trabajo que en el partido del Madrid hubo un minuto de silencio que no se respetó. Es que siempre va a haber tontos es algo que es así, pero no hubo ni uno solo que le afeara la conducta. Eso es lo más preocupante porque además te la juegas si lo haces, que hay gente que está muy mal.
Amen
Llevo casi 30 años yendo al futbol. Y pienso que cada dia es más necesario para que los totalmente idiotas se sublimen y los medio tontos lo sean de cuerpo entero.
Tan dificil es ir a echar unas risas.
Y dicho esto...cada dia me cae más mal casillas se está butragueñizando!!!
con lo bien que se lo pasa uno yendo a disfrutar del futbol en el campo (sobre todo de un partido en el Calderon) nunca he entendido y aun menos apoyado , a los que van a descargar las frustraciones semanales contra otros aficionados.
Un saludo
ND, los minutos de silencio modernos son la confirmación de la teoría de la reatividad, duran diez segundos y medio. Qué panda de tarados!!!
Annie, lo de amén era del post "fe, fútbol, religión" :) que así sea!
ECDLC, no sé, a veces pienso que aprovechando que están todos reunidos se podrían soltar unas docenas de leones hambrientos para exterminarlos. Es cruel... para los pobres leones que morirían envenenados. Por cierto, butragueñizando?? eso de ni una mala palabra pero ni una buena acción??
Anusky, yo tampoco, voy a ver el partido, a disfrutar de mi familia, de mi bocadillo del descanso. Pero he visto tantas barbaridades que no me sorprendo de nada, pero qué triste es ver a un energúmeno insultar a alguien con su hijo de cinco años que le imita al lado...
Salvo que me equivoque, lo que tu dices es valdanizarse, junto con pardeza uno de los farsantes más grandes del mundo mundial.
Butragueñizarse lo veo más como farfullar naderias sin sentido como si fueran grandes filosofías.
Ahhhhhhh!!! Lo habrá aprendido en clases particulares con la periolista
Y además creo que ya lo he entendido mejor, Diario AS: Butragueño
"El mes de abril va a ser fascinante"
"Va a ser un mes crítico porque se van a decidir tres títulos y todos los partidos son de máxima exigencia", señaló el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid en palabras a la web de la entidad
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