lunes, 8 de julio de 2013

Volverán las oscuras malandrinas

Volverán las oscuras malandrinas
en su balcón de Génova sus nidos a colgar,
y, otra vez, Sorayas y Cospedales
a votarlas llamarán;
pero aquéllas que el suelo recalificaban
con usura y dicha al desahuciar,
aquéllas que cobraron magros sobres...
ésas... ¡no gobernarán!
 
 
Volverán las túpidas madreselvas
de las cárceles las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
a Esperanza saludarán;
las querellas, ganadas del rojerío,
cuyas gotas escuchábamos llorar
a la Mato, con sus lágrimas de arpía...
ésas... ¡no escaparán!
 
 
Volverán de la rabia en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu dignidad, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Rato ante su altar,
como ellos te han robado..., desengáñate:
¡así no te robarán!
 

Y que Bécquer me perdone

4 comentarios:

Gordipé dijo...

Eres un poeta.

NáN dijo...

Contra a las malandrinas, un remedio:

¡A las barricadas!

pseudosocióloga dijo...

Muy logrado.

phaskyy dijo...

....y que Bécquer me perdone dice,,,, Jajaaaa

Qué bueno!!!