lunes, 3 de octubre de 2011

El rapto de las Sabinas



Que desciendas de un héroe troyano como Eneas y un dios como Marte no es garantía de inteligencia, así fueron, son y serán las cosas, posiblemente por culpa de la endogamia, porque claro si se pasaban todo el día retozando por los bosques dioses, sátiros y ninfas, al final como no eran muchos lo mismo te parían un Aquiles, que unos Titanes que unas Gorgonas. Igualito que ahora. Por cierto, es falso que las Gorgonas se llamasen Medusa, Esteno y Euríale, estudios recientes y muy documentados han comprobado que sus nombres verdaderos eran Simoneta, Cayetana y Elena.

Todos sabemos ya que Rómulo y Remo fundaron Roma ellos solitos y que no se pusieron muy de acuerdo en cómo había que diseñar la ciudad. Dice la leyenda que ambos se subieron a la colina del Palatino en busca de una señal y que ambos vieron sendas bandadas de buitres volando en direcciones opuestas, o eso es lo que se pensaba hasta ahora, porque al igual que ha sucedido con lo de las Gorgonas la historia se ha revisado. Parece ser que lo que Rómulo vio pasar era el consejo de administración del banco vaticano huyendo a un paraíso (fiscal) y que le ofrecieron a precio de ganga un préstamo para urbanizar el Palatino, el Quirinal y al Aventino. Remo no tuvo tanta suerte, él lo que en realidad vio fue una bandada de gaviotas con cabeza humana que le prometieron todo tipo de rebajas fiscales e incentivos para la contratación, vamos, caca de la vaca. Por eso, al final Rómulo se llevó el gato al agua y un TDT para sintonizarlo, mató a Remo e hizo la ciudad como le salió de las pelotas.

Todo eso estaba muy bien, pero tener una ciudad para ti solo es un puto coñazo, puedes hacer todo lo que quieras con ella, vamos, como si fueses el mismísimo Gallardón, pero sin mano de obra inmigrante y sin tuneladoras. Tienes aires de grandeza y un préstamo con el que te puedes endeudar durante generaciones pero no tienes vecinos a los que molestar y desangrar con tasas e impuestos, no mola nada. Por eso un día decidió abrir las puertas y el cortijo se le llenó de vagos y maleantes, es decir, desterrados, esclavos, fugitivos y demás gente de mal vivir que hicieron prosperar mucho a la ciudad pero que se tenían que jugar a los dados cada noche quiénes iban a morder las almohadas y quiénes iban a soplar las nucas. Eso desde un punto de vista demográfico era insostenible, necesitaban mujeres y estaban dispuestos a conseguirlas, a cualquier precio.

La primera idea que tuvieron fue genial, crearían la mujer a partir de la costilla de uno de ellos, en concreto del más lento que fue el que se dejó atrapar para el experimento, pero la cosa no funcionó y al décimo intento desistieron porque por pura selección natural el resto ya corría como gamos. Después probaron a ducharse y a ponerse calzones limpios para ir a ligar a los pueblos de los vecinos, unas pocas pedradas después descubrieron que era tan difícil como ir a ligar a un pueblo del Toledo profundo siendo forastero, unos terminaron ahogados en el pilón, otros invitando a copas y la mayoría murieron descalabrados en mitad de los viñedos. Como todavía faltaba mucho tiempo para la invención de la tele no se les ocurrió realizar el concurso Romano busca esposa, pero si que se les ocurrió una estratagema que no podía fallar.

Cuando llegó la festividad del dios de origen etrusco Consus, encargado de proteger las cosechas de cereales, montaron unos juegos en Roma para celebrarlo. Invitaron a pasar el día en familia a sus vecinos, unos de los cuales eran los Sabinos, famosos por la belleza de sus mujeres de abundantes pechos. ¿Leyenda urbana?, pues no, sabemos que no es un mito porque se han hecho pruebas genéticas que han refutado que Sabina Salerno desciende de ellos. Cuando todos estaban cocidos como piojos ejecutaron su astuto plan, raptaron a las Sabinas y salieron corriendo. Sabinos y sabinas reaccionaron de forma muy distinta. Las sabinas se acojonaron mucho al principio, sobre todo porque no se fiaban de las intenciones de esa panda de facinerosos que eran los romanos, hasta que se dieron cuenta de que tantos años de morder almohadas y soplar nucas les había transformado en una pandilla de gatitos mimosos a los que podían mangonear a su antojo. Los sabinos al principio estaban encantados, podían quedar con los amigos para tomarse unas cervezas sin preocuparse de cómo y a qué hora volvían a casa, iban hechos unos adanes sin que nadie se lo reprochara disfrutando de su soltería.

Hasta que empezaron a tener picores en el bajo vientre y comenzaron a sacar los dados y las almohadas, entonces se dieron cuenta de que los habían timado y trataron de recuperar el terreno. Se enfrascaron en una guerra sin vencedor durante la cual las sabinas comenzaron a tener hijos romanos, eso cabreó mucho más a los sabinos que decidieron acudir también a las malas artes. Su rey Tito Lacio, el monarca que nunca usó champú con acondicionador para lavarse el pelo, sobornó a una tal Tarpeya prometiéndole oro y joyas para que durante la noche les abriese las puertas de la ciudad, y así lo hizo, pero en lugar de joyas la tiraron desde una roca abriéndole la cabeza. Y es que los traidores nunca leen los libros de leyendas. En esas estaban, en una feroz batalla en la que no iba a quedar ni el Tito ni el Tato, cuando las mujeres sabinas se interpusieron para forzar un acuerdo entre sus padres y hermanos por un lado y sus maridos e hijos por el otro. De esa manera se impuso la paz, por el bien común, de forma que sabinos y romanos firmaron una alianza y desde entonces fueron un mismo pueblo. Yo no me lo creo, el bien común no le importa a nadie, mi suposición es que los romanos la tenían más grande y eso sí que es una razón de peso.

4 comentarios:

No dijo...

jajajjajajajajja gracias Juanjo, solo se me ocurre darte las gracias...porque creo que voy a estar deshuevada todo el día. ¿¡¡Qué bueno!!! eres un crack ;)
Besis

Totoro dijo...

Homerico!
jajaja.

Anniehall dijo...

Fatal, estás fatal. Me he reído mucho pero sigo prefiriendo el technicolor y Siete novias para siete hermanos como versión libre.

Explorador dijo...

Una manera muy original y divertida de contar una historia que en breve será revisionada y revisada por el TDT Party, en especial la muerte de Remo a manos de "la izquierda" y la corrupción moral de los sabinos provocada por...bueno, por lo que no pueden nombrar :DDD

Un abrazo, me mola leerte tan divertido ;)