miércoles, 31 de agosto de 2011

Libertad, igualdad, ¿fraternidad?



Me gusta debatir de política con ND, a pesar de que nuestras posturas son y serán siempre contrarias, me gusta leerlo y pensar un poco sobre lo que me dice, también me gusta pensar que él, que es buena persona y todo un caballero, querrá lo mejor para su familia y sus amigos, conociéndole hasta para sus enemigos, aunque dudo que tenga alguno. Lo que quiero decir, y ya se lo he dicho comentando en su blog o en tuiter, es que estoy seguro de que en el fondo queremos lo mismo, y eso es algo que me hace sentir bien y se lleva parte de mis miedos, aunque los caminos que nos llevan hasta allí son distintos, tan distintos que posiblemente solo existan en nuestra imaginación porque, probablemente, ese lugar sea una fantasía y si no lo es, entonces, el camino todavía no está ni asfaltado.

Hace unos días él me dijo que yo lo que quería era conseguir la igualdad a costa de recortar la libertad, he pensado mucho en ello porque fue una frase que no me hizo sentir para nada bien, soy así, algunos en su tiempo libre se tumban en una hamaca y vacían la mente, yo, como no puedo desconectar nunca, me quedo dándole vueltas a las cosas. Imagino que nadie que me conozca, aunque sea un poquito, aunque sea de leer el blog, pueda llegar a pensar de mí que estoy a favor de coartar la libertad de nadie, que estoy a favor de colectivizar los medios de producción y abolir la propiedad privada, eso no funciona ni funcionará, es más me parece una atrocidad terrible y una pérdida de tiempo tremenda que en el año 2011 tenga que explicarlo. Tampoco entiendo que cuando critico saraos como el JMJ alguien piense que critico la fe de las personas, me parece una falta de respeto y una justificación fácil de la ley del embudo, los más fervientes detractores de lo público y de las subvenciones, que han aplaudido a rabiar el espectáculo, deberían pensar seriamente si han obrado coherentemente o les ha podido el placer de tocarle la moral al contrario. Si alguien va tener la tentación de contestarme diciendo que existen cosas peores desde aquí le doy la razón, sí hay cosas mucho peores, pero que algo sea peor no convierte lo malo en bueno, es una forma de razonar muy española, y así vamos.

La libertad es algo subjetivo, aunque al leerlo suene chocante, para algunos tener un contrato de 40 horas a la semana, que se convierte sistemáticamente en más de 50, es algo cercano a la esclavitud, si ese contrato es además precario no es que sea cercano a la esclavitud, es que eres lo más parecido en el tercer milenio a un algodonero de Virginia o a un remero de las galeras que cruzaban el Atlántico, claro, que peor es ser somalí y que a nadie le importe tu vida un pimiento, pero eso sería hacer demagogia y por hoy voy a dejarlo. Para otros pagar 30 años de hipoteca es una esclavitud y para algunos más la falta de libertad puede ser pagar impuestos y no tener capacidad de decidir que quieren hacer con un dinero que tan honesta y duramente han ganado, quiero entender que ND va por ahí cuando dice que quiero recortar su libertad, pero a lo mejor me equivoco porque nunca me había planteado que tributar mermase la libertad de nadie, simplemente para mí es una obligación que tengo como ciudadano y punto. O a lo mejor también me equivoco y estamos hablando de la libertad de los mercados, esos mercados que si no fuera porque existen leyes tenderían hacia los monopolios y a los precios pactados, lo de la ley de la oferta y la demanda, al menos la que yo estudié en la universidad, en España es un cuento chino.

Opino que la igualdad es una reclamación justa y legítima del que es desfavorecido por una mera cuestión de nacimiento, creo que la sociedad actual tiene la obligación de ofrecer igualdad de oportunidades a todo el mundo, y eso que parto de un eufemismo que da mucha risa, pero me conformo con unos mínimos, como por ejemplo una educación de calidad y gratuita para todo el mundo, estoy seguro de que no pido la luna, salvo para los buitres carroñeros que en todo ven negocio sin importarles un pimiento la colectividad. Sin ella, en lugar de ser hoy ingeniero estaría malviviendo con algún trabajo de miseria destinado a los parias como yo, una pena para mí, pero si sumas a muchos como yo una pena para la sociedad, porque si hago caso de molinos en eso de que la falsa modestia es una estupidez, entonces desperdiciar mi inteligencia habría sido un mal negocio para mi actual patrón y para el recaudador de impuestos. Soy de los que opina que dinero para lo fundamental hay, y más que habría si existiese la voluntad de tener mano dura con la corrupción, con los coches oficiales, con el fraude fiscal, con las facturas sin IVA, con los contratos en negro. Cada vez que pienso en cosas así me acuerdo del jefe de mi empresa patera, facha en el amplio sentido del término, de misa de domingo, oyente de intereconomía y sin embargo defraudador sin escrúpulos y patrón de rumanos sin contrato, o del jefe de A, muy del opus él, pero que le paga en B la mitad del salario. Está muy feo tomar la parte por el todo pero a veces no puedo evitarlo, es en esos momentos cuando digo que la canción que me quieren vender tiene una letra muy bonita pero que la música desafina, la realidad desafina.

El sistema no funciona, y no va a funcionar, me parece bien limitar el endeudamiento porque yo mismo en mi casa lo hago, no me gusta deber un euro más de la que tengo y cuando no tengo empiezo a apretarme el cinturón por las cosas prescindibles, sin embargo esto va a ser el truco del almendruco para justificar los recortes sociales en lugar de recortar en reducir la administración, el gasto en defensa (de los pozos de petróleo), en obras faraónicas que no vienen a cuento que acaban cuadriplicando el presupuesto, es así y si no al tiempo. Es curioso que viviendo en una de las comunidades autónomas más endeudadas de España, ahora los mismos que han dilapidado lo habido y por haber me digan que se acabó el despilfarro, imagino que ellos lo llamaban inversión, que suban los impuestos y aparezcan las tasas como por arte de magia, que suban un 50% el metro y el autobús de manera que cuando voy a ver a mi cuñado al hospital me sale más barato ir en coche y pagar el aparcamiento, no es lógico y no lo entiendo. Como tampoco entiendo que me receten una medicina que por el hecho de ser un tratamiento crónico me sale casi gratis, a ver, yo con mi sueldo puedo pagar mis medicinas, no necesito que me las subvencionen, es ahí cuando llego a lo de la fraternidad o si alguien lo prefiere que lo llame solidaridad. No me valen las tablas rasas, cada uno debe pagar según tiene porque casi nadie es pobre por gusto, pero hoy en día nos buscamos cualquier excusa para justificar que somos egoístas: si no tiene es porque es vago, yo no ayudo a una ONG porque no sé que hacen con el dinero, si está enfermo es porque se lo habrá buscado... Lo deshumanizamos todo para hacernos más fácil nuestra hipocresía, para no dar arcadas cada vez que vemos el telediario aunque lloremos como magdalenas viendo una película de amor despechado. Escribo como casi siempre, desde las tripas y trato de no hacer un juicio de valor, pero yo, que vengo de una familia pobre que ha conocido lo que es pasar hambre hasta mi generación, sí, hambre de esa que te hace doler la tripa y no te deja ni dormir, el dolor que siento al escuchar algunos relatos de mis padres me hace ser así, pobre y orgulloso, la infancia en mi barrio del otro lado de la vía también, con nuestro balón colectivo, con nuestras raquetas hechas a mano.

lunes, 15 de agosto de 2011

Asurbanipal



Yo soy de romanos, eso lo sabe ya hasta el Tato, lo que no sé si he contado, y es que soy de memoria distraída, es que además de romanos soy de asirios, muy de asirios, a pesar de que eran una pandilla de asesinos sanguinarios que se pasaron por la piedra a babilonios, elamitas, mitanos, sirios, judíos, egipcios y hasta al apuntador, a sangre y fuego, como se hacían las cosas en la antigüedad. Tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza, las cosas de la guerra eran así, a lo mejor porque escribir una declaración de los derechos humanos en cuneiforme debía costar un huevo y la yema del otro y, total, todos sabemos para lo que sirve una declaración de los derechos humanos incluso en la actualidad, para limpiarse las posaderas. Por eso, teniendo en cuenta lo que rasca el barro cocido, decidirían que era mejor no intentarlo y hacer las cosas a su manera. Pero sobre todo soy de asirios porque me enamoré de sus palacios, de sus imponentes esfinges, de su escultura, de sus relieves, y sobre todo de las escenas de caza de leones de un rey llamado Asurbanipal que durante más de dos milenios reposó oculto en el barro.

Asurbanipal (y lo voy a escribir así, de la manera más sencilla, porque con él pasa como con Benicasim, que nadie sabe cuantas eses, emes y enes hay que poner) fue el último gran rey de los asirios, su nombre significa el heredero de Asur, el dios oficial, del imperio, aunque había muchos otros, tantos como hicieran falta para justificar el funcionamiento del mundo. Una cosa curiosa de los asirios, y posiblemente heredada de sus parientes los acadios, es que para ellos el hombre no estaba al servicio de los dioses, sino al contrario, una postura más que inteligente y que asustaba mucho a sus vecinos. De hecho el propio rey era un dios más, porque a fin de cuentas siempre acojona más matar a un dios que a un Borbón, por ejemplo, solo hay que observarle cazar leones como el que se toma un tinto de verano, una mano en el cuello del animal y la otra soltando un mortal espadazo. Es de lo más natural que los reyes sean así de majestuosos, bien con leones bien disparando a osos borrachos, la cosa es y era intentar impresionar al personal, aunque a la hora de la verdad la experiencia nos dice que en una corte con varias esposas y numerosos aspirantes al trono la vida es y era cosa de no tomársela muy en serio.

Asurbanipal no era el príncipe heredero al trono, su padre, llamado Asarhadon, nombró heredero a su hermano mayor que, curiosamente, murió ese mismo año, siempre hay una historia de un hermano mayor que debió reinar... Tras tan desafortunada pérdida Asurbanipal fue proclamado heredero a pesar de tener todavía otro hermano mayor al que hicieron rey títere de Babilonia, su nombre era Shamash-shum-ukin, pero no le duró mucho el chollo porque se rebeló contra su hermano y fue escabechado, ríete tú del bodrio ese de Enemigos Íntimos y de las Azúcar Moreno. Y alguno se preguntara ¿cómo sabemos estos sucesos de hace 2700 años?, pues porque a los asirios les gustaba escribir las cosas, increíblemente, Asurbanipal sabía leer y escribir, algo rarísimo sobre todo teniendo en cuenta lo complicada que era la escritura cuneiforme y los años de estudio que su aprendizaje requería, gracias a él hoy en día conocemos qué paso durante tanto tiempo entre las orillas del Tigris y el Eúfrates ya que entre las ruinas de su palacio en Nínive apareció su biblioteca personal con más de diez mil tablillas de barro cocido, una cápsula del tiempo esperando el momento oportuno para hablarnos.

A la muerte de Asarhadon, Asurbanipal subió al trono como “Rey del Universo”, ahí queda eso, si Felipe II hubiera sabido de su existencia se habría sentido un pobre hombre, fue un militar implacable y lo primero que hizo fue seguir con la guerra que su padre dirigió contra la otrora gran potencia de la antigüedad, Egipto, no paró de zumbar a egipcios y nubios hasta que Tebas y Menfis cayeron en sus manos, por eso no es de extrañar lo de rey del universo, porque Asurbanipal llegó a tener el control de Asiria, Media, Persia, Aramea, Fenicia, Israel, Judea, Asia Menor, norte de Arabia, gran parte de la península de Anatolia y Chipre, vamos, el mundo mundial, a esas alturas los Griegos estaban tirándose pedruscos y los Romanos etruscos. Solo quedaban por someter sus vecinos del sureste, los elamitas, que trataron de apoyar la rebelión del hermano de Asurbanipal en Babilonia y, como ya he contado antes, lo pagaron caro, los asirios tomaron su capital, Susa (no confundir con la cantante brasileña que hablaba con un topo), unas de las ciudades más antiguas que se conocen, y acabaron como reino vasallo de asiria.

Tras ello, Asurbanipal reino más o menos en paz hasta completar cuarenta y dos largos años de reinado, una buena cifra para un rey de la antigüedad. Sin embargo a su muerte se sucedieron una serie de guerras civiles que debilitaron mucho al imperio, tanto que en apenas dos décadas sucumbió a manos de una coalición de medos y babilonios. Y así pasaron los asirios a la historia, viendo como sus palacios y ciudades desaparecían bajo el fango, odiados por casi todos, y es que se lo habían ganado a pulso. Por ejemplo, una de las costumbres de la época, además de sembrar la muerte y destrucción, era deportar a los derrotados de maneras que perdieran sus raíces y fueran integrándose en su nueva tierra de acogida, lo cual debía funcionar bastante bien pero generaba gran odio y resentimiento entre los que se quedaban. Por ello, como venganza póstuma, los enemigos de Asurbanipal le rebautizaron como Sardanápalo y contaron de él que era un rey que vivía rodeado de lujo, cobarde y pusilánime que se suicido al ser derrotado, así se escribe la historia, si no has vencido en vida siempre puedes difamar en la muerte, sin ir más lejos Babilonia pasó a la historia judeocristiana como la gran puta de la antigüedad y la destrucción de Nínive fue celebrada en el antiguo testamento, Asurbanipal esté donde esté se debe estar descojonando.

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Zombi o fantasma?

Volviendo al tema de la muerte, sí, ya sé que estoy un poco pesadito, pero las experiencias traumáticas es lo que tienen, hay que exorcizarlas. Pues eso, que estaba yo pensando que si por alguna extraña circunstancia algún día me tengo que morir no me gustaría dejar las cosas tal cual, quiero decir, ¿me muero y catapum chinpum, o me busco las mañas para volver a dar por saco a los que me sobrevivan? Total, ¿qué hace un tío tan simpático como yo esparcido en cenizas o dando de comer a los gusanos si puedo volver a este mundo para ajustar cuentas y, de paso, descojonarme un rato?

Eso sí, no se puede volver de cualquier manera, hasta en esto de volver del más allá tiene que haber clases, por ejemplo, nada de mediums ni de ouija, ¡por favor!, que para conversaciones en las que nadie se entera una mierda y se acaba inventando la mitad ya he tenido suficiente con mi abuela, y problemas de falta de cobertura ya he tenido suficientes con Movistar, el menda por ahí no pasa ni muerto, menudo canteo. Además, ya me estoy imaginando a los cachondos que me invoquen tomándome el pelo, si desea manifestarse indignado mueva el vaso al uno, si desea manifestarse calmado mueva el vaso al dos, vamos que ouija ni de coña. Tampoco me iría eso de aparecerme representado en una pared, porque aunque da un miedo de la leche, con la suerte que gasto el día de la impresión salgo con la mismita cara de atún rojo que tengo en el carné de conducir, y bastante vergüenza voy a pasar los próximos diez años delante de cualquier agente de la benemérita como para inmortalizarme así en un trozo de cemento mientras que la peña me mira saltándoseles las lágrimas, nanay, además, con lo gilipollas que nos estamos volviendo igual hacen allí mismo un museo y salgo en un sello. Esto incluye cualquier tipo de representación como por ejemplo aparecerse representado en una tostada, es cutre, ni de coña.

Por eso me debato entre convertirme en un zombi o en un fantasma. Lo de zombi a simple vista la verdad es que es un poco mierda, mucho nombre que acojona, ¡uy, soy un zombi, cómo me las gasto!, pero a la hora de la verdad eres un piltrafilla. Si te lo montas por tu cuenta igual está bien, pero lo normal es que si eres zombi, que por cierto es una de las cosas más normales de la vida, es que acabes enrolado en un ejército de seres lentos y estúpidos, con menos cerebro que la calavera de Hamlet para ser destrozado como carne de cañón. Si yo me convierto en zombi, estoy seguro de que según salgo de la tumba el jefe de los zombis me manda de extra al Resident Evil y acabo despedazado por cualquier crío de quince años pajillero y lleno de granos. A pesar de ello, ser zombi no lo descarto del todo, me pone, si la resurrección me respeta la poca inteligencia que me queda, y parte de la mala leche, creo que podría llegar a ser un zombi estupendo, sobre todo porque con esta cara no necesitaré mucho atrezzo para ir acojonando. Yo de zombi debo hacer llorar a los leones del congreso, a la bruja mala del oeste, ¡hasta a los Mossos d'esquadra!

Si zombi ya tiene caché fantasma debe ser lo máximo, puedes hacer lo que te salga de las pelotas, aparecer, desaparecer, atravesar puertas y paredes, hablar en inglés con Whoopi Goldberg con acento de Manhattan, conseguir un crédito de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, ¡eres el puto amo!, el mundo, por muy etéreo que te parezca, está en tus manos, salvo porque no te puedes comer un bocata de tortilla de patata, pero claro ¿qué es eso comparado con hablarle en la oreja a Whoopy? Como fantasma puedes jugar con la impresión de los primeros encuentros, y yo lo sé porque he visto uno, y rematar dando la brasa sin piedad a tu víctima, a fin de cuentas tienes mucho tiempo libre y pocas preocupaciones, puedes pasarte horas dando la tabarra a quien te apetezca sin que el pringado de turno pueda hacer nada por librarse de ti, eso sí, un consejo voy a darle al futuro espectro, nunca, pero nunca jamás, hay que aparecérsele a la suegra, ella es una profesional y tú estás empezando, y, además, es fácil que por mala pécora acabe penando como tú, con la diferencia de que ella ya sabe que estás esperándola, uf, lo pienso y me da un mal rollo total porque entonces ya no vale pedirse zombi para despedazarla.

Para terminar voy a poner unos ejemplos didácticos, basados en alguna de las experiencias amorosas más traumáticas de mi juventud, para decidir cuando merece la pena ser zombi y cuando fantasma: Caso 1, amor platónico de tu vida que cuando le pides salir te dice con lágrimas en los ojos que no está preparada para una relación pero que sorprendentemente comienza a salir con el más mamón del barrio pasada una semana, ¿zombi o fantasma?, pues está clarísimo que fantasma, para que cada vez que te vea sienta el mismo horror que le corroe por dentro cuando se levanta junto al hijoputa de su marido todas las mañanas. Caso 2, rollete al que vas a visitar cuando está de erasmus en Germania y que según bajas del avión te cuenta que tiene un novio alemán y que has ido para nada, ¿zombi o fantasma?, pues clarísimo también, ni una cosa ni otra, que tuvo el detalle de colocarme en el piso de sus amigas macicísimas y resaladas, puedo prometer y prometo que al pisar Barajas su deuda estaba saldada. Caso 3, bicho infecto que aprovechando que me voy de vacaciones se va con mi mejor amigo a la playa y no precisamente para jugar a las palas, ¿zombi o fantasma?, pues de manual, rifle Remington 7400 en vida para mi amigo y para ella zombi, pero zombi armado con una motosierra y una máquina de hacer carne picada, para perseguirla por tierra mar y aire hasta Salou y allí mismo escabecharla.

Muahahahahahahahaha