Lo han vuelto a hacer,
ahora los salvajes
han destrozado Dur
Sharrukin, el palacio de Sargón II, rey de los asirios. Ellos no
sabrían quién era ese señor, pero les da igual, a mí no y quiero
que a vosotros tampoco os dé lo mismo. Sargón II se llamó así en
honor de Sargón, rey de los acadios, que había vivido sobre el año
2200 a.c. Unos 1500 años antes que él, ahí es nada, y es que la
antigüedad es mucho más extensa de lo que nos parece. ¿Por qué
era importante Sargón? Pues porque fundo el imperio acadio, que fue
el primer imperio del que tenemos constancia por esas tierras, hasta
ese momento cada ciudad era un estado y los acadios terminaron con
ello. Además los acadios fueron los primeros en tener la idea de que
los dioses estaban para ayudar a los hombres y no lo contrario, algo
que los salvajes están muy lejos de comprender a pesar de que hayan
pasado otros 2500 años.
Os
presento a Sargón. Admirad su barba porque es maravillosa:
Los
asirios siempre se habían considerado sucesores de los acadios, una
idea tan absurda como si nosotros nos considerásemos sucesores de
los visigodos, pero Sargón II tomo el nombre como muestra de poder y
tal vez porque ambos Sargones habían llegado al trono de manera
ilegítima, total ¿qué más da? A mi lo que me importa es que fue
precisamente Sargón II el que comenzó lo que hoy conocemos por la
biblioteca de Asurbanipal, uno de sus futuros sucesores, un conjunto
de 22000 tablillas en las que se habla de ciencias, de matemática,
de astronomía, de religión, de comercio, de geografía, etc. que
apareció enterrada en la ciudad de Ninive, que será la próxima en
caer, y que nos ha permitido conocer el mundo mesopotámico como no
hemos conocido ningún otro mundo de la antigüedad. Este era Sargón
II saludando posiblemente a uno de sus generales:
Todo
lo que hemos conocido de la antigüedad gracias a ellos tiene un
valor incalculable, no es que haya que atribuirles un mérito
directo, porque sus actos no eran para la posteridad, pero por suerte
parte de su legado fue cubierto por la arena y el barro y nos ha
llegado intacto hasta nuestros días. Siempre hacía la broma con mi
amigo Antonio, cuando nos decidimos a hacer historia por la UNED, que
los malvados ingleses, franceses y alemanes habían expoliado todo el
oriente medio, y menos mal, porque era mucho más fácil ir a Londres
que a Mosul. Al final los salvajes han conseguido que tipos del siglo
XIX con más sentido de la aventura que escrúpulos, hayan salvado a
Sargón y los suyos de una muerte definitiva. Qué pena.
Pero
desgraciadamente, tengo que sumar algo más a mi pena, el uso
torticero que de estos crímenes se hace. Hace unos días leí en
tuiter esto que me llenó de indignación porque es hacer demagogia
con el tema hasta las trancas:
Pero
es que hoy me encuentro con esto que me parece infinitamente peor por
ventajista y sectario de alguien que no me lo esperaba, es lo que se
llama fuego amigo:
Esta
claro que ya vale todo con tal de arrimar el ascua a tu sardina, de
cualquiera, porque si lo que se quiere es llamar talibán a Montoro o
a Wert existen formas mucho más elegantes y menos populistas de
ajustarles cuentas, como por ejemplo recordándoles lo nefasto de su
mandato. Porque nada tienen que ver los cojones con comer trigo.