En un confín de Castilla,
A la orilla del Arlanza,
Doña Esperancia Aguililla
Preparaba su venganza
El que fuera su marido,
Cofundador de un imperio,
El corazón la ha partido
Cometiendo un adulterio
La traición de aquel fantoche,
El innombrable Enemigo,
La hacía velar de noche
Maquinando su castigo
“Si nací de su costilla,
Si era mi dulce esperanza…
¿Por qué se mofa y me humilla?
¿Para servirle de chanza?
Juro, puerco malnacido,
¡Que irás para el cementerio!
Un error has cometido
A Espe no tomando en serio
Y aunque te blindes el coche
No vas a jugar conmigo,
Balazos a troche y moche
Te meteré en el ombligo”
Así bramaba la dama,
Sacando brillo a sus cuernos,
Toda su ira derrama
Camino de los infiernos
Hundida al rememorar
Las noches en La Zarzuela,
Llora y llora sin parar,
Tratada cual mujerzuela
Recuerda a Ave César Vidal,
Al que amaba como a un hijo,
Declamando a Juvenal
Mirando a Enemigo fijo
¡Al fin comprende la trama!
Le ponía ojitos tiernos
Para metido en su cama
Calentarle los inviernos
“No voy a fiarlo al azar,
César, ave que no vuela,
A falta de mejor manjar…
¡Desplumado a la cazuela!
Esta plegaria mortal
Al Dios Chemari dirijo,
Que mi mano y este puñal
Van a cercenarte el pijo”
Mientras tanto los traidores
Se pasean por Chueca
Demostrando sus amores
Van de la ceca a la meca
No exclaman mariconazo,
Ni sarasa, ni capullo
A ningún guapo chulazo
En el día del orgullo
Se han vuelto más tolerantes
Con el que es diferente,
Enseñando sus talantes
Por las playas de poniente
Ya no son predicadores
De una moral rancia y hueca,
Prefieren tomar licores
E irse a la discoteca
Entre copazo y copazo,
Entre caricia y arrullo,
Declaran quererse un mazo
Al oído en un murmullo
Le resbala a los amantes
Lo que comente la gente,
En Castilla hay más liantes
Que soldados en el frente
Se cree que existía una segunda parte de este cantar, que narraba la venganza de Esperancia Aguililla y de cómo Enemigo y Ave César Vidal terminaron jugando con las carpas en el fondo del pantano de Entrepeñas, cogiditos de la mano y con un adoquín de cemento adornando sus tobillos. Dicen que fue Ruin Rapiñón, reconciliado con Esperancia, quien compuso los versos, y que tocaba el arpa desde la orilla del pantano mientras los cantaba. Desafortunadamente se han perdido. Pero esa es otra historia que ya contaré otro día.
4 comentarios:
Qué bueno!!
Jajajajajajaj, im-prezionante, ¡¡Don Mendo revisited!! plas plas plas :DDD La plegaria a Chemari..jajajaj
Enorme, enhorabuena :)
Lástima qued salió en mitad de Julio y no lo leyó ni el tato, pero me rei mucho escribiéndolo :)
Pues debería ser replicado por otro...es una sugerencia ;)
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