jueves, 25 de junio de 2015

Para Paula

Hoy es un día muy especial, Paula cumple 40 años y sus compañeros del Club de Lectura hemos decidido que un acontecimiento tan importante merece escribirle un post para que sepa cuanto la queremos. Esta frase en sí misma no significa mucho, porque podría ser prácticamente nada, pero no, como creo que ella ya se imagina la queremos un montón, la queremos como dice la canción, con la fuerza de los mares y el ímpetu del viento, porque a Paula hay que quererla así, a lo loco, dándolo todo, como lo hace ella, que menos.

Conocí a Paula porque es amiga de Bichejo, por entonces se hacía llamar Livia y claro, no podía pasar desapercibida para alguien que sea muy de romanos. Creo que rompimos el hielo jugando al Apalabrados, aunque debería decir que la que jugaba era ella porque admito con cierto bochorno que es una de las pocas personas a las que no he podido ganar NUNCA, y juro que yo no soy manco, pero nada. Es más, una vez cuando estaba a punto de conseguirlo va y se le ocurre hacerme una jugada de cien puntos en la última jugada, y no sería sincero si no admitiese que en ese momento la hubiera estrangulado con mis propias manos. Menos mal que no lo hice.

Después vino el club, y a pesar de todo lo que penamos leyendo el club es algo maravilloso, es tan maravilloso que preferimos penar a pasar página, y es tan maravilloso porque además de la pasión por leer nos une una fuerza invisible que nace del cariño, y aunque Carmen me tilde de cursi, que lo soy, en el club hay mucho cariño y mucho respeto por los demás, algo que forma parte de las amistades que vas haciendo cuando eres adulto, porque sin respeto no hay amistad, o como diría alguno de mis compañeros “si no hay mata no hay patata”.

 También hay en el club una parte que nos lleva a aprender de los demás, porque yo quisiera tener el buen gusto y la templanza de Jorge, la capacidad crítica de Carmen, la vitalidad y entusiasmo de Bichejo y los conocimientos de literatura de Paula, algo que tal vez me convertiría en alguna especie de súper-héroe lector. Curiosamente Paula nos ha llevado por caminos muy tortuosos, caminos que al principio corrían paralelos a la cordillera de los Andes y más allá, y ahí ha habido mucho dolor, bueno, prácticamente el mismo dolor que hemos pasado en otros continentes, y lo peor no era leer el libro y ya, no, de eso nada, lo peor era encima leer su reseña, pulcra y razonada, descubriendo mil matices que a mí se me habían pasado y que me hacían sentir como un vendedor de crecepelo a la puerta de una asociación de calvos.

Pero todo esto es anecdótico, lo importante de Paula es que una vez que formas parte de tu mundo te hace sentir que eres importante para ella, pero de verdad, porque notas que te abre su corazón y hasta su casa. Me encanta que sea así, y me encanta que sea arrebatada e impetuosa defendiendo sus opiniones, las cuales comparto CASI siempre; admiro su capacidad de lucha y que no exista trinchera suficientemente profunda que no pueda asaltar cuando cree que la causa es justa. Me parto de la risa o me acongojo cada vez que nos enfrenta al abismo del mundo cucú, un mundo chungo al que hay que derrotar poniéndole delante el espejo de su propia estupidez, y eso Paula lo hace como nadie, aunque me tenga siempre en vilo pendiente de si con tanto arrojo un día se pasa de frenada.


Paula cumple hoy 40 y está radiante, y yo, que ya he pasado por ahí, creo que es un momento estupendo de la vida, y más si como ella afrontas una maternidad que nos hace felices a los que la queremos, a los que esperamos que ya no salga de nuestra vida y que podamos ver como educa a su hijo feliz y lejos de la estupidez. Paula se merece que la quieran y post mucho mejores que éste para demostrárselo, aunque espero estar demostrándoselo con algo más que con palabras. Feliz cumpleaños Paula, de mi parte y de mi pequeña familia, te queremos.

3 comentarios:

Pau dijo...

No sé si soy lo suficientemente estupenda para recibir tanto afecto, pero desde luego soy UN HACHA eligiendo a la gente que meto en mi vida, los mejores entre los mejores, los más generosos, los mejores amigos, los que más me aportan y a los que más respeto. Te quiero mucho, mi joven romano andante.

El niño desgraciaíto dijo...

Es un post precioso y Paula se lo merece, sin duda.

pseudosocióloga dijo...

¡Que bonito!