domingo, 3 de abril de 2011

Carta de ajuste

Llevo unas semanas que me cuesta la misma vida escribir, y es por varios motivos, el primero por puro cansancio porque cuando pasas doce horas en la jungla enjugando lagrimas de dramas ajenos al llegar a casa estás más hueco que un pozo seco, eso es lo que soy, un manantial agotado. No me queda ni una idea, no me queda casi nada que contar, salvo este tipo de miserias tan cotidianas que seguramente no interesan a nadie y que además, pensándolo bien, son miserias de niño tonto, de niño mimado, gilipolleces de alguien que no sabe qué es realmente pasarlo mal y qué es sufrir de verdad. Dicho esto, el segundo motivo es evidente, me avergüenzo de mis chorradas, esto no da para más. Y no me refiero a que me avergüenzo de lo que cuento, ahora no es pudor, me avergüenzo de ser tan superficial, tan simple, tan tremendamente bobo.

Sería facilísimo recurrir a eso de que con la que está cayendo no tengo derecho a quejarme de nada, que medio país vendería su alma por tener mi trabajo y que la otra mitad seguro que me cedería gustosa sus preocupaciones a cambio de las mías, seguramente, no lo dudo, yo por mi parte les dejaría feliz que llevasen un rato la carga agobiante de mi cerebro, estoy harto. Estoy profundamente defraudado con lo que he hecho de mi vida, y no culpo a nadie, toda la culpa es mía por indolente, por flojo, por conformista, por no ser el puto egoísta que debería haber sido, por creer en los cuentos de hadas y a muchos de los mentirosos que por el camino me he encontrado, tengo una edad estupenda para miles de cosas y debería estar más seguro de lo que soy y de lo que quiero pero la impresión general es que lo tenía mucho más claro a los veinte años, por lo menos entonces muchas de las ilusiones que ahora he perdido permanecían intactas, sin contar con los ideales que han sido sistemáticamente pisoteados y que ahora yacen moribundos junto a las piedras del camino.

Como soy un zoquete no sé hacer muchas cosas en la vida, y bien o mal siempre las he intentado hacer de la misma manera, sin sacar partido de lo que no me merezco para sentirme bien conmigo mismo, pero el mundo no funciona así, está claro. He leído esta semana que si eres así no eres más que comida, pues cojonudo, soy comida, como tanto individuo insignificante que no tiene donde guarecerse, a merced de hijos de la gran puta y especuladores que tienen clarísimo que ellos nunca pierden, me hierve la sangre. Me deprime la sensación de estar a la merced de ellos, de sus caprichos y de sus desatinos, mientras que al mismo tiempo trato de ser una persona responsable que cuida de su familia, que pone todo en su trabajo, que trata de buscar la sonrisa ajena, que ayuda siempre que puede a los demás, entonces, ¿por qué no avanzo?, ¿por qué nunca tengo premio?, ¿por qué me veo igual el resto de mi vida?, ¿por qué?, ¡cojones!, ¿por qué?

No entiendo el mundo, no sé como seguimos todos sumisos mientras que nos pisotean, me repugna la política y los políticos, de todos los colores, si no fuésemos más que una pandilla de conejos asustados iríamos a por ellos y los tiraríamos al río. No soporto más las escenas de inauguraciones costeadas con nuestro dinero, que sí, que es nuestro, que veo la nómina todos los meses y entre pitos y flautas me falta más de un treinta por ciento, que no habéis puesto vosotros ni un euro, no puedo con tanto mangante sin escrúpulos, con mi señor alcalde que antes de que se lo pasen por la piedra va a dar puesto de funcionario a medio ayuntamiento. Es acojonante ver como un banco presume sin escrúpulos de ganancias mil millonarias y a la vez ejecuta hipotecas a unos pobres diablos a los que engañaron dos veces, pero es peor ver a los dirigentes de otro pedir miles de millones al estado porque tienen el agua al cuello, y en aras del bien general... ¡Vuestra puta calavera! En esta mierda de país se nacionalizan las pérdidas y se vende lo poco bueno que tenemos, se amenaza con el copago sanitario y enseñamos a desaprender a las masas porque cuanto más brutos seamos más nos van a dar por el trasero.

Cuando pienso en estas cosas se me quitan las ganas de seguir con esto, he tratado de hacer del blog un sitio diferente, ser menos rebuscado, más cotidiano, más agradable, pero no me sale, por lo menos no ahora. Trato de ser natural, de no pinchar, de no morder, y no puedo, quiero abrirme al mundo y cuanto más lo intento más vuelvo a ser el niño concha, sin ningún motivo más que la tara genética que debo llevar dentro, vivo dos realidades, la del mundo que va a lo suyo y la historia paralela que yo me monto por dentro. No es la primera vez que me pasa esto con el blog, porque ya son casi dos años juntando letras y lanzándolas al ciberespacio, creo que es hasta normal y de una manera u otra le ha pasado a todo el mundo que leo, y a muchos que ya no leo porque no consiguieron superarlo y echaron el cierre, yo ya lo superé una vez y espero poder hacerlo una segunda. De momento devuelvo la conexión a los estudios centrales, les dejo con la carta de ajuste.

9 comentarios:

Anusky66 dijo...

alguien capaz de hacer una descripccion tan clara de como se siente seguro que logra superar este bache blogero y todos los que vengan.

Un besazo

Explorador dijo...

Luego intento comentar con más profundidad, pero de adelanto, una recomendación: intenta leer a un señor que se llama José Luis Pardo, en especial "Nunca fue tan hermosa la basura"; estuve buscando un artículo suyo para mandártelo en tuiter, pero no lo encontré. Y vaya, que mucho ánimo...

Gordipé dijo...

No te vayas, por favor.

el chico de la consuelo dijo...

Espero que mañana al menos gane el atletico...
El trabajo se nos va comiendo la vida y el miedo al paro las esperanzas de dejarlo.
83 caracteres...

si esto del blog se te hace largo que sepas que guardo tus sentencias tuiterianas en colecion.

Como dijeron dos blogueros en casablanca siempre nos quedará titer

Las voy a poner en el tuiter de verdad.

Animos apñuñaos!!!

molinos dijo...

No te desesperes.

Sal y respira.

Explorador dijo...

El comentario prometido no puede ser más breve y más que una petición: Porfa, sigue por aquí.

Un abrazo.

Gordipé dijo...

¡Que no te vayas!

Newland23 dijo...

Ay! gracias por hacerme saber que estáis por aquí, pero ahora estoy mentalmente seco, necesito parar un poco para que se me refresquen las ideas. Pero no me pienso ir, os leo, os comento, os sigo en el Tuiter, me molais todo y más :)

Lo único que he escrito estos días han sido una poesía sobre el bosque para niños de 3 y 4 años,y me costó la misma vida, si queréis la cuelgo pero son una cutrez xD

pseudosocióloga dijo...

No son cutres, a mi hija todo lo que rime le hace gracia.
Bueno, menos el cuento del gallo Kirico que le pareció triste....cosas de la edad.
Y respecto a lo de no hacer nada por mejorar este puto mundo y tragar y tragar, pues bueno, menos mal que hay días que la centrifugadora para.